2 de diciembre de 2010

Así me lo cuento, para que así sea...

Infierno dantesco desnivelado; amistad peligrosa del enemigo íntimo; compañero ausente de un viaje a ninguna parte; siempre igual siempre lo mismo; casi 365 días de sueños que se acaban por la mañana. Casi 365 mañanas de maldecir a Calderón de la Barca; un razonamiento esotérico para cada pregunta de su razón.

Caminante que mira atrás por si le persiguen. Sombra desconfiada y apática; mural de lamentaciones; caminos que no termina de andar por si llega a dónde quiere. Para qué seguir; por qué parar; el que no mira porque le puede gustar; el que cierra el corazón para que sus ojos no vean. Y así vive su muerte en vida...

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