2 de diciembre de 2010

Así me lo cuento, para que así sea...

Infierno dantesco desnivelado; amistad peligrosa del enemigo íntimo; compañero ausente de un viaje a ninguna parte; siempre igual siempre lo mismo; casi 365 días de sueños que se acaban por la mañana. Casi 365 mañanas de maldecir a Calderón de la Barca; un razonamiento esotérico para cada pregunta de su razón.

Caminante que mira atrás por si le persiguen. Sombra desconfiada y apática; mural de lamentaciones; caminos que no termina de andar por si llega a dónde quiere. Para qué seguir; por qué parar; el que no mira porque le puede gustar; el que cierra el corazón para que sus ojos no vean. Y así vive su muerte en vida...

1 de diciembre de 2010

La Quimera de cada día...

Maldito fantasma que habitas mi casa; maldito espectro que jamás se rinde ni me abandona. Inútil amigo que siempre te da su punto de vista aunque no lo necesites, ni lo quieras. Compañía detestable a la que uno se condena desde que tiene conciencia de su propio ser. 
Jodido Monstruo de una cabeza...la mía...que no quiere morir, y que nos negamos a matar. Un "por si acaso" que no permite jamás que se de el caso de tener que utilizarlo. Respuesta negativa a todos los "¿por qué?", respuesta positiva a todos los "Porque no". Regla excepcional a una conducta normal de ser civilizado.
Me quejo porque puedo, pero porque no puedo hacer más...luchar contra la Quimera que habita en cada uno, es muy complicado, porque los golpes que quieras asestarle a ella, vas a tener que sentirlos tú también, y no estamos muchas veces preparados para aguantar el peso de nuestra verdad, ni los golpes de la razón. Y sin razón continuamos en la rutina de la senda negra sin salida, caminos concéntricos que pivotan sobre el mismo agujero...mi cerebro. Onda expansiva de una explosión de hormonas que tienen miedo al sol y salen a la oscuridad de mis sentimientos...
Bueno, habrá que seguir y buscar el Pegaso que me ayude a vencer al monstruo mitológico, y aunque sea hasta la semana que viene o que vendrá, sentirme Belerofonte.
Y así fue...